sábado, 6 de diciembre de 2014

La vida y la época de Juana la Loca



José Luis Olaizola
Ed. Planeta, 1998

Termino de releer este libro, que ya leí por primera vez durante un viaje de intercambio con un instituto de Holanda hace 5 años, interesado por el final de la 3ª y última temporada de la estupenda serie de televisión "Isabel". Y he podido comprobar cómo buena parte de las anécdotas que narran en la ficción, el ataque a una dama de su corte con unas tijeras, los ataques de celos, etc., coinciden en gran medida con las que el autor cuenta en su relato novelado de la vida de esta reina infeliz. El autor da un aire antiguo a su historia tomando prestados estilos, vocablos y formas de escribir similares a las de los cronistas de la época. Sin embargo, ni esta recreación ficticia y un poco amanerada, ni sus escasas licencias literarias, enturbian la precisión de los datos históricos que quedan reflejados en esta entretenida y corta obra, muchos de los cuales desconocía totalmente. 
Mis recuerdos de las clases de historia del instituto sobre esta época eran escasos y difusos. La impresión es que nada importante ocurrió en esos años y que la sucesión del reino de los Reyes Católicos en manos de Carlos V fue un hecho natural y obvio. Recuerdo con sorpresa cuando turisteando un verano por Castilla nos topamos en la maravillosa iglesia del Real Monasterio de Santo Tomás de Ávila con el precioso sacófago de Juan de Aragón, el único hijo varón de los Reyes Católicos, obra de Domenico Fancelli (la tumba fue profanada durante la Guerra de Independencia y se desconoce el paradero del cuerpo). Ni siquiera recordaba que los Reyes Católicos hubieran tenido más hijos y mucho menos un varón. Las preguntas surgieron de manera obvia, ¿entonces por qué no heredó él el trono? Gracias, primero a la serie televisiva y después a la lectura de varios libros, entre ellos este que nos ocupa, me fui enterando de la serie de infortunios, muertes, abortos, que fueron acaeciendo a los distintos herederos al trono español hasta llegar a Juan I de España. Y con ella la llegada al trono de un extranjero, Felipe I, vasallo del archienemigo rey francés. 
Olaizola se recrea tanto en las leyendas de amor y desvarío, como en la refutación de muchas de ellas (como la procesión por toda Castilla con el cadáver de su difunto marido que los románticos se encargaron de publicitar). Y en medio de esta continua oscilación pendular nos recrea las cortes castellana y flamenca, la esmerada educación de Juana, la presión a la que fue sometida en el momento que se confirmó como heredera de sus padres, tanto por ellos, como por su esposo, la reclusión en el castillo de Tordesillas y el levantamiento comunero. En los años de su larga vida se sucedieron los reinados de sus padres, los Reyes Católicos, el de su hijo el Emperador Carlos V y el comienzo del de su nieto Felipe II, al que nunca conoció. Material más que suficiente para un libro.

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