martes, 12 de agosto de 2014

El gran libro de El capitán Trueno. 50º aniversario



Armonía Rodríguez
Ediciones B, 2006

Además de los súper héroes de Marvel, Spiderman, Puño de hierro o La antorcha humana, en mi mundo de "tebeos" infantil había también un hueco para los hispanos Jabato, El guerrero del antifaz, El corsario de hierro, El sheriff King, Hazañas bélicas y sobretodo y sobre todos, El capitán Trueno. Muchas de estas obras llevan el sello del guionista Víctor Mora, una especie de Stan Lee español que no se hizo tan rico debido a las leoninas condiciones laborales que imponía en sus buenos tiempos la exitosa editorial Bruguera. Con la llegada de la democracia varios autores y dibujantes, como Víctor Mora o Francisco Ibáñez, intentaron luchar por que se les reconociera sus derechos de autor y entablaron una lucha judicial contra la editorial. Estas peleas por la propiedad intelectual de sus obras se extendió incluso cuando la editorial quebró en 1986 y siguieron con la empresa que la compró, Ediciones B. Un desastre editorial que propició que muchos lectores se alejaran de sus historietas preferidas, al igual que ocurre hoy en día cuando una cadena de televisión interrumpe la emisión de tu serie favorita, luego la cambia de día, la pone en modo pausa debido a las vacaciones de Semana Santa, etc. En aquella época además me atacó la adolescencia y las malas compañías del instituto me llevaron a abandonar los infantiles "tebeos" y adorar los mucho más cultos, ¿dónde van a parar?, "comics" como 1984 (un comic futurista con ese título, ¡fíjate tú!), Cimoc o Creepy
A pesar de este cambio cultureta los donuts, la nocilla, la leche condensada La lechera y el grito de "Santiago y cierra España" no se olvidan nunca. Así que cuando vi este libreto en un escaparate no dudé ni un segundo en comprarlo. La autora es a su vez, de esto me he enterado hace unas horas googleando un poco, la esposa de Víctor Mora, así que algo debe de saber de la historia de este personaje. Además ella es así mismo guionista de algunos títulos de la serie Joyas Literarias Juveniles (una exitosa serie de adaptaciones grandes obras de la literatura al formato historieta) de la editorial Bruguera. El libro ofrece una gran cantidad de datos que yo desconocía (la serie empezó en 1956 dentro de la publicación Serie Dan, Superaventuras y Pulgarcito en formato de cuadernillos apaisados en blanco y negro como el de Hazañas bélicas y no en el cuaderno vertical a todo color tipo Astérix que yo disfruté, el batiburrillo de dibujantes que trabajaron a destajo para esta famosa cabecera, desde el original Miguel Ambrosio, hasta mi favorito Ángel Pardo, Buylla, Tomás Marco, Martínez Osete, etc., la exigencia que impuso Bruguera a todos ellos para que sus dibujos se parecieran a los de Ambrosio llegó a tal extremo que les obligó a utilizar fotocopias de las cabezas dibujadas por él en sus viñetas, la orgia de publicaciones que diseñó la editorial, refritos de refritos, para seguir engordando la gallina de los huevos de oro como Capitán Trueno extra, Trueno Color, álbum Gigante, Álbum Trueno, etc... ) y el goce inmenso de volver a ver la barrigota de Goliath, el flequillo de Crispin y ese largo y ajustado vestido verde de Sigrid, la reina de Thule. Sin embargo, dejando a un lado el aspecto sentimental y nostálgico, el libro es caótico y sin más estructura que el relato temporal por décadas. Leo en un artículo que la autora había ideado el libro más que como un sesudo volumen como una "crónica jalonada de anécdotas". Esta evidente falta de estructura narrativa no ha impedido que lo haya disfrutado como un auténtico enano.

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